La presente ruta modernista por las comarcas del Camp de Tarragona pretende ofrecer a los visitantes, no sólo un clima y paisaje de gran belleza y encanto, sino también una rica y variada muestra de su patrimonio histórico, cultural y artístico heredado de sus antepasados y que lo hacen único en toda Cataluña. La ruta modernista jujoliana recorre muchos de los pueblos de las comarcas del Tarragonès, Alt Camp y el Baix Penedès, siguiendo las huellas y el legado que nos dejó el famoso arquitecto modernista Josep Maria Jujol i Gibert. Un recorrido que nos acerca a contemplar algunas de las joyas modernistas del Camp de Tarragona, como la iglesia de Vistabella o el santuario de Montferri que tienen la particularidad de ser obras que se han construido con materiales que se adaptan a su entorno. Esto se consigue gracias a la utilización de materiales sencillos como la piedra del país, los ladrillos, la madera, el hierro forjado y de otros elementos que la población tenía a su alcance o de los recursos naturales del entorno.
La figura que da nombre a esta ruta fue el arquitecto modernista Josep Maria Jujol i Gibert (Tarragona 1879 – Barcelona, 1949). Jujol fue un arquitecto que se formó en la influencia modernista de finales del siglo XIX y principios del XX. En 1906 se tituló como arquitecto. Sus maestros fueron Domènech i Muntaner, Gallissà, Font y Carreras. A partir de 1904 cabe destacar la influencia y colaboración con otro gran genio de la arquitectura modernista de aquel tiempo Antoni Gaudí i Cornet, de quien fue un estrecho colaborador en obras como la casa Milà más conocida como la Pedrera, la casa Batlló, el Parque Güell y la restauración de la catedral de Palma de Mallorca. Su creatividad pronto le llevaría a caminar y emprender un camino hacia un lenguaje particular y único con trazas de influencias del estilo gótico, barroco y mudéjar.
