Enrique Gispert Domènech, presbítero

El siervo de Dios Enrique Gispert Domènech, hijo de los esposos Pedro y Josefa, nació en Riudoms (Tarragona) el día 8 de noviembre de 1879 y fue bautizado al cabo de unos días. Le ordenaron presbítero cerca de septiembre de 1904. Antes había estudiado en el Seminario de Tarragona. Ejerció su ministerio sacerdotal en las parroquias de Falset, de la Pobla de Montornès, de Rocallaura, de Botarell, de Vilaplana y de la Canonja.

Se distinguió en la práctica de la piedad y humildad, muy especialmente en la paciencia, soportando en silencio el carácter y defectos de aquellos que estaban a su lado, en cuanto a la caridad, dando con generosidad todo lo que tenía a los pobres.

Cada año celebraba la fiesta de san Enrique en familia en Riudoms, de donde era hijo y donde le sorprendió la revuelta de 1936 con dos primos suyos, los hermanos Mn. José Mª. y el Mn. Enrique Domenech. Ante la imposibilidad de conseguir un salvoconducto, los tres presbíteros se refugiaron en una casa cerca del pueblo. El día de san Santiago por la tarde se presentó en la puerta de la casa un coche lleno de milicianos armados con el pretexto de que allí hacían reuniones clandestinas, pero se fueron sin hacer nada al Mn. Gispert. Antes, los dos hermanos, el Mn. José Mª. y el Mn. Enrique, se habían fugado entre los avellanos de la finca.

Unos veinte días después, ante el peligro que suponía continuar allí, los dos hermanos presbíteros le propusieron ir a Barcelona, pero el Mn. Enrique Gispert les contestó: «Ustedes son jóvenes, haced todo lo que podais para salvaros. Yo me dejo confiadamente a los designios de la Providencia.»

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