Pío Salvans Corominas, presbítero

El siervo de Dios Pío Salvans Corominas, hijo de los esposos José y Raimunda, nació en Santa María de la Guardia o la Guardia de Sagàs (Berguedà, del obispado de Solsona) el día 2 de enero de 1878 y lo bautizaron al día siguiente de su nacimiento.

Fue ordenado presbítero el día 21 de septiembre de 1902. Nombrado vicario de Olvan, tuvo que retirarse a la casa solariega debido a su delicada salud. Una vez sano, en 1912 fue nombrado para la parroquia de Montdarn y después para la de Fonollet (las tres parroquias, del Berguedà). En 1919 tomaba posesión como rector de la parroquia de Santa Susanna (Solsonès).

En 1927 tuvo que dejar la parroquia por motivos de salud y entonces fue nombrado cura del pequeño noviciado que los Hermanos de las Escuelas Cristianas tenían en Mollerussa (Lleida). El Mn. Pío se distinguió como un presbítero de vida ejemplar, humilde y piadoso. Era tenido por un santo. Era el confesor de muchos presbíteros, religiosos, niños y enfermos.

Cuando con motivo de los hechos de octubre de 1934 asesinaron al Mn. José Muerta, rector de Navàs (Bages), el Mn. Pío dijo: «¡Dichoso el rector de Navàs! Yo me dejaría cortar el dedo de una mano si me aseguraban una muerte como la del padre José. » Y en otra ocasión dijo, refiriéndose al martirio: «¡Sabéis qué gracia más grande es poder ir directamente al cielo!»

El día 3 de septiembre de 1936 unos milicianos, antes de empezar el día, lo fueron a detener a su piso. El Siervo de Dios habría podido irse y no lo hizo. Sólo pidió que lo dejaran vestirse, y, a continuación, sin oponer ninguna resistencia, los siguió como un cordero, despidiéndose de su ama de llaves con un «¡Adiós, hasta el cielo!» Lo hicieron subir a un coche y lo llevaron hasta la entrada del cementerio de Mollerussa. Aquí lo fusilaron sólo por el hecho de ser presbítero, y lo quemaron medio, eso sí, llevando aún la sotana. Eran las 5 de la madrugada. Parae Mn. Pío aquel día salio con el sol que no tinia ocaso, con la luz eterna de Cristo glorificado. Sus restos fueron enterrados al día siguiente en el cementerio de Mollerussa (Lleida).

Seguro que más de una persona se habrá hecho esta pregunta: ¿Cómo es que el Mn. Pío, del obispado de Solsona, es incluido en la lista de los presbíteros del arzobispado de Tarragona? Sin lugar a dudas, el hermano Donato de La Salle, que hizo de vicepostulador en 1952 para la posible beatificación de presbíteros y religiosos de Tarragona, quiso premiar la santidad y fidelidad a Cristo, y la aspiración martirial manifestada por su cura de Mollerussa incluyéndolo en la lista de presbíteros mártires de Tarragona para su beatificación.

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