José Masquef Ferrer, presbítero

El siervo de Dios José Masquef Ferrer, hijo de los esposos Antonio e Isabel, nació en Tarragona el 11 de mayo de 1872. Le bautizaron en la Catedral. Fue ordenado presbítero el 12 de junio de 1897.

Mientras fue vicario de l´ Aleixar (Tarragona), encaminó siete personas hacia la vida religiosa. Vivió casi siempre en Tarragona. Era un presbítero muy virtuoso, de una virtud sencilla y natural. Diariamente daba de comer a dos pobres y hacía limosna a otras necesidades.

Cuando estalló la revuelta del año 1936 pudo huir, pero no quiso hacerlo. Previó que lo matarían. Aún así, estuvo siempre conformado a la voluntad de Dios. En algunas ocasiones decía: «Nunca negaré mi condición sacerdotal, no quiero vender la joya que tuve cuando canté misa por unos días más de vida. Si mi vida depende de negar mi carácter sacerdotal, no penséis que me salve, porque nunca jamás no lo negaré, y a vosotros que nunca os pase por la cabeza de negarlo. Remítase siempre bien por mal. »

El día 26 de julio, a las 7 de la tarde, se presentaron en su domicilio unos ocho milicianos que preguntaban por él. El Siervo de Dios se presentó inmediatamente y contestó con gran serenidad: «¡Soy yo! Que se cumpla la voluntad de Dios» Fue abofeteado sin que él se quejara. Se lo llevaron hacia la carretera de Valls, y pasado el Mas Bonet, en un camino de la derecha, lo asesinaron de un disparo en la cabeza, junto con el siervo de Dios Antonio Perera. Su cadáver fue inhumado en el nicho familiar, en el cementerio de Tarragona.

Esta entrada fue publicada en Causa de Tarragona. Guarda el enlace permanente.