Juaquin Balcells Bosch, presbítero

El siervo de Dios Mn. Joaquim Balcells Bosch nació en L´Espluga Calba (Garrigues) el día 16 de septiembre de 1900. Al día siguiente fue bautizado. De muy pequeño fue a vivir con sus padres en Vimbodí (Tarragona), desde donde entró en el Seminario. Fue ordenado presbítero el día 11 de junio de 1927 y fue nombrado coadjutor de la Parroquia de Santa María de Sarral.

Cuando estalló la revuelta era regente de la Parroquia de Santiago Apóstol de Vallespinosa (Tarragona), donde permaneció hasta que las autoridades lo hicieron marchar del pueblo por temor a que vinieran unos forasteros y lo mataran.

Con su padre muy anciano se escondió en las montañas. Al final, agotado y descalzo, después de haber sufrido mucho apetito, decidió presentarse a las autoridades de Vimbodí, confiado en que un tío suyo lo salvaría. Iba aún con sotana y llevaba los rosarios en la mano. Aquí le advirtieron del peligro que representaba ir con los rosarios, y él contestó: «Es la única arma que tengo.» Pasó la noche allí, y, de madrugada, se fue hacia Vimbodí. Allí fue entregado al Comité Revolucionario, donde le dieron una buena comida.

El Mn. Joaquín se ofreció para trabajar la tierra, pero uno le contestó: «¡De su raza no debe quedar ninguno!» También pidió unas zapatillas, ya que iba descalzo, y le contestaron que ya le darían donde lo llevaban. A la tres y media de la tarde lo condujeron cerca de Fontscaldes. Cuando llegaron al sitio donde había un horno de cal, lo asesinaron por el solo hecho de ser presbítero. Era el domingo día 13 de septiembre de 1936. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Fontscaldes.

El Mn. Joaquín Balcells siempre se había distinguido por su humildad y por su piedad y prudencia. Era de carácter bondadoso. También se distinguió por la caridad hacia los necesitados, aunque él mismo era muy pobre.

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