Era un gran director de almas, dotado de discernimiento de espíritus. Se pasaba largas horas en el confesionario. Cuando aún no tenía la edad competente fue nombrado confesor del Seminario y del Colegio de la Enseñanza. Conocía a fondo sus penitentes. Tenía una gran habilidad en ayudar a los moribundos.
Fue canónigo de la Catedral de Tarragona, profesor del Seminario, oficial de notaría, canciller y secretario, provisor y juez metropolitano. Vivía en la calle Mayor, n. 17, entresuelo.
Detenido el día 27 de julio de 1936, en la calle de la Unión, en casa de unos amigos, fue internado en el barco prisión Río Segre, donde continuó la labor apostólica.
El día 11 de noviembre de 1936 fue sacado del barco prisión junto con veintitrés prisioneros más, los cuales iban rezando un salmo (parece que el salmo 50, Miserere). Fueron asesinados en la tapia del cementerio de Torredembarra haciéndolos fuego con una ametralladora. Luego fueron rematados con el tiro de gracia. Sus restos fueron trasladados al cementerio de Tarragona el día 11 de septiembre de 1939.